Dióxido de azufre se suma a la vigilancia ciudadana del proyecto MicroRED

Proyecto en conjunto con ENAP, que recibió el 2021 el Smart 50 Award, este año sumará a su medición el gas asociado a la combustión de los carburantes fósiles.

La exitosa iniciativa que instaló estaciones de medición de material particulado en las juntas de vecinos de Concón, trabajará durante el 2022 en la visualización de las concentraciones de dióxido de azufre en el sector.

“Uno de los mayores desafíos hasta el momento ha sido derribar los mitos sobre la calidad del aire alrededor de esta refinadora. El azufre es un gas que se asocia al petróleo, sumarlo a la medición apunta a que los vecinos tengan estos datos concretos a la hora de generar sus valoraciones”, señala el académico del Departamento de Física de la Usach, Dr. Ernesto Gramsch, uno de los líderes del proyecto.

 

Ciudades inteligentes

“MicroRed de Vigilancia Ciudadana de la Calidad del Aire en la comuna de Concón”, es una iniciativa impulsada por la División Comunidades de ENAP, la cual se implementó en la localidad en la cual está inserta la Refinadora Aconcagua.  Inició en 2016  y hoy cuenta con 20 bases de monitoreo de bajo costo, construidas en la Usach, las que miden el MP (material particulado) 2,5 y 10. Estos niveles reportados también pueden ser visualizados en tiempo real por cualquiera que descargue la app “MicroRED ERA”, mapa también disponible en web de ENAP.

“Qué los equipos de medición sean de bajo costo es muy importante, ya que pueden ser instalados en las comunidades cerca de donde vive la gente. Los equipos oficiales son muy caros y no son accesibles para la comunidad. Poder construir un equipo que ayude a visualizar los datos y con ellos poder concientizar a la ciudadanía, era lo que buscábamos”, señala el Dr. Gramsch.

Un aspecto que fue tomado en cuenta por Smart Cities Connect, Smart Cities Connect Foundation y US Ignite, organizadores que otorgaron el premio “2021 Smart 50 Awards” a esta iniciativa liderada por ENAP, a través de Marcelo Baeza, con apoyo científico de la Universidad de Santiago, con el Dr. Ernesto Gramsch, y de la Universidad de Chile, con el Dr. Luis Morales.

“Esta iniciativa es única. Hoy no existe un proyecto de medición de calidad de aire que integre universidad, empresa y comunidades. Poder visualizar este tipo de datos en tiempo real y ver cómo infiere el viento o el aumento de tránsito vehicular, les ha permitido a los vecinos comprender cómo funciona el estado de la calidad del aire y tomar decisiones que mejoran su calidad de vida, como por ejemplo, a qué hora ventilar o a qué hora hacer ejercicio”, destaca el Dr. Gramsch.