Estudiante del MEM USACH tras experiencia académica en Madrid: “Siempre va a ser una ganancia atreverse a vivirlo”
Cuando Alejandro Díaz, estudiante del Magíster en Educación Matemática (MEM) de la Universidad de Santiago de Chile, viajó a Madrid para entrevistar a una investigadora de la Universidad Complutense, no imaginaba que esa experiencia transformaría su proyecto de tesis y su manera de enseñar matemática. Lo que comenzó como un encuentro académico terminó por reconfigurar su investigación y abrirle una nueva mirada sobre el rol de profesor e investigador dentro del aula.
En entrevista con la Facultad de Ciencia USACH, Alejandro comparte cómo esta experiencia internacional enriqueció su formación y trayectoria profesional: desde la colaboración con académicos y académicas de otras partes del mundo, la revisión teórica de su investigación, hasta las reflexiones que hoy aplica en su trabajo docente en el Colegio Rafael Sanhueza Lizardi de Recoleta. Además, destaca cómo el MEM USACH ha sido un espacio clave para impulsar la internacionalización y el crecimiento académico de sus estudiantes, fomentando la participación en proyectos y pasantías.
Una oportunidad que nace de la investigación
¿Cómo surgió la oportunidad de vivir esta experiencia internacional?
La oportunidad surgió casi de manera espontánea. No fue algo que planifiqué desde el inicio, sino que apareció mientras avanzaba en mi investigación del MEM USACH. Le comenté a mi profesora guía, la Dra. Daniela Soto, la idea de realizar entrevistas presenciales con expertos y expertas en modelación matemática, ya que uno de los objetivos de mi tesis es levantar criterios para evaluar este proceso. Actualmente estoy trabajando con especialistas de distintos países — Argentina y México—, y pensé que hacerlo en persona podría enriquecer mucho más los resultados.
Ahí surgió la posibilidad de viajar a Madrid, gracias al contacto con la Dra. Sandra Parada, quien realiza un postdoctorado en la Universidad Complutense. Ella tuvo toda la disposición para recibirme y realizar el levantamiento de datos.
¿Qué aprendizaje obtuviste en la Universidad Complutense de Madrid?
Mi objetivo era el levantamiento de datos, pero la experiencia resultó ser mucho más nutritiva. Antes de llegar, tuve que prepararme: estudiar la obra de la Dra. Parada. Aunque ella no era especialista en modelación matemática, su enfoque desde el marco teórico de las comunidades de aprendizaje fue determinante para fortalecer mi trabajo.
Ese proceso previo, sumado al intercambio presencial, terminó configurando el formato y la perspectiva de mi investigación. Revisamos mi escrito, discutimos los objetivos, los métodos y la bibliografía, y de esa conversación surgieron ajustes que hicieron mi proyecto más sólido. Además, me regaló un libro —que no se consigue en Chile— con el sustento teórico que hoy da base a mi tesis.
Lo más valioso fue que ella logró darle un nombre y una fundamentación teórica a algo que yo ya venía haciendo en mi colegio. No cambió la esencia del proyecto, porque sigue siendo mío, pero sí me ayudó a comprenderlo desde un marco más amplio y a conectar mi práctica docente con la investigación académica.
¿De qué forma la internacionalización del MEM impacta en tu investigación y mirada sobre la educación?
Esta experiencia me permitió ampliar mi red de contactos académicos y fortalecer mi investigación con nuevas perspectivas. También me permitió comparar los sistemas educativos de España y Colombia, lo que me permitió ver nuestro trabajo en Chile desde otra mirada.
Por ejemplo, en Europa existe una gran carencia de profesores de matemática y una profesionalización distinta, lo que genera desafíos diferentes a los nuestros. Esa comparación me sirve mucho ahora, sobre todo considerando los cambios que se implementarán en las nuevas bases curriculares de 2026 en nuestro país.
Aprender, proyectarse y conectar en el MEM USACH
¿Cómo el Magíster en Educación Matemática ha influido en tu desarrollo y proyección profesional?
Me parece que el programa siempre ha tenido la intención de incentivar la participación de sus estudiantes en congresos y espacios académicos, algo que también promueve constantemente el Dr. Carlos Vanegas. Yo creo que es un deber para las y los estudiantes del MEM, al menos intentarlo.
Además, siempre en el MEM discutimos sobre cómo posicionarnos como referentes dentro de nuestros entornos educativos, porque somos profesionales que estamos estudiando un postgrado. Por eso tenemos la responsabilidad de buscar oportunidades para compartir, conocer y difundir lo que hacemos.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir a las y los estudiantes del MEM que estén considerando vivir una experiencia internacional?
Siempre los planes que uno tiene para una pasantía o congreso resultan mucho más beneficiosos de lo que uno presupuestaba. Por ejemplo, cuando estaba en pregrado, la Facultad de Ciencia me apoyó para asistir a un congreso en Colombia. En ese momento pensé que sería solo una oportunidad para sumar una exposición a mi currículum, pero ahí pude conocer a varios de mis referentes teóricos, compartir con ellos y recibir retroalimentación directa sobre mi proyecto.
Ahora, en el magíster, ocurrió algo similar. Viajé con el objetivo de levantar datos para mi tesis y terminé recibiendo una retroalimentación completa de mi trabajo, además de otra mirada a la metodología y nuevos referentes teóricos, incluso accediendo a libros que en Chile no podría conseguir. Por eso, siempre va a ser una ganancia atreverse a vivirlo.
Finalmente, ¿qué le dirías a las y los profesores interesados en sumarse al MEM USACH?
Estar en un espacio como el Magíster en Educación Matemática abre nuevas perspectivas sobre el trabajo docente. No solo representa una ganancia en conocimiento, sino también la posibilidad de reestructurar los tiempos y prioridades, equilibrando los estudios con la vida profesional. Esto permite desarrollar otras competencias que aportan directamente al ejercicio docente, como estar constantemente pensando en innovaciones pedagógicas o didácticas, pero ahora con un sustento teórico.





