Ayudantías

En los tiempos de pandemia que vivimos, la figura del ayudante universitario adquiere un papel fundamental, la que es reconocida como un medio para mejorar la calidad, pertinencia y equidad de los procesos educativos. Sus beneficios se deben principalmente a la colaboración existente entre estudiantes y ayudantes, la que permite aprovechar mejor los procesos de enseñanza y aprendizaje, y reducir la distancia que se genera regularmente entre docentes y estudiantes. Tanto estudiantes como ayudantes logran avances que se reflejan en su rendimiento académico, en el desarrollo de habilidades comunicativas al brindar explicaciones que facilitan la comprensión para otros, y en su capacidad de entender diferentes posturas frente a un tema. 

En las ayudantías, las y los estudiantes complementan los contenidos vistos en cátedra, resuelven ejercicios, formulan preguntas y reciben orientación en el ámbito académico. Estos espacios de aprendizaje permiten que las y los estudiantes se adapten de mejor forma a la vida universitaria. Las académicas y los académicos esperan que la o el ayudante sea el puente que los conecte con sus estudiantes, así como un apoyo cercano para ellas y ellos, especialmente en los casos que muestran un menor rendimiento académico. 

La mayoría de las y los ayudantes desempeñan su labor porque les gusta enseñar y les importa que todas y todos sus compañeras y compañeros aprendan. Generalmente, son estudiantes que se preocupan por las demás personas y están disponibles para colaborar con su comunidad. Y tú, ¿participas en las ayudantías?